MICROCUENTOS: EL PODER DE TRES





—¿Qué has pedido a Papá Noel? —dijo el anciano de barba color castaño.

—¿Estás de coña? —dijo el negro.

—Dejaos de chorradas, que tenemos trabajo y me duele la espalda —cortó el viejo de la barba blanca.

—¿Qué pasa? En ningún sitio pone que nosotros no podamos pedir regalos a la competencia. Venga, ¿tú qué quieres? —preguntó Gaspar, y extrajo una libreta y una pluma de la manga como por arte de magia.

—Yo quiero un chaleco —dijo Baltasar.

—¿Antibalas? —inquirió Melchor, y los tres se rieron.

—En serio, este lo tengo hecho un asco. ¿Y tú que vas a pedir, Gaspar?

—Creo que una máquina de afeitar —dijo, y los tres explotaron en risas de nuevo. Cuando se recompusieron, Gaspar se guardó la libreta en la manga e hizo desaparecer la pluma entre sus dedos.

—¿A mí no me preguntas? —dijo Melchor.

—Dispara, blancucho —dijo Baltasar, y enmarcó una sonrisa color marfil.

—Yo solo pido un cambio.

—¿Un cambio?

—Sí, que el gordo del abrigo rojo venga el día 6 y nosotros el 25, que ya está bien de perder las tradiciones —sentenció Melchor.

—Amén —dijeron los otros dos, al unísono.

Los tres chocaron sus puños y una estrella fugaz cruzó el firmamento.

 


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