NOMBRE EN CLAVE: TOBÍAS - PARTE 5
—¡Despierta chaval! —dijo Jaime con cierto asqueo, rozando lo repulsivo—. Levántate, hoy tenemos una visita importante y tienes que causar buena impresión. No querrás que te vean hecho un guarro. —¿Qué hora es? —preguntó Tobías y el vigilante le miró sorprendido. —¡Hombre! ¡Eso es nuevo! ¿Desde cuándo te importa a ti la hora? —Tobías se encogió de hombros—. Son las seis y cuarto. ¿Desea usted algo más mi señor? —No. —Recapacitó—. Bueno, sí. Una pregunta. ¿Es necesario que seáis tan desagradables? Jaime soltó una risotada y después tensó su cara. —Sí, absolutamente. No tienes ni idea de lo desagradables que podemos llegar a ser. —Por desgracia Tobías lo sabía demasiado bien—. ¡Venga, que no tenemos todo el día! Ya sabes cómo va esto. No tenía todo el día, desde luego que no. Ni Andrés, donde quiera que estuviera ahora, tampoco. Tobías se quitó la ropa y se colocó sobre la letrina esperando a que la ducha se pusiera en marcha, tal y como hacía siempre que alguien destacable decidía v